Todos los días pueden ocurrir y de hecho ocurren muchas veces circunstancias que sacan del orden esperado a la mente o por lo menos de una serie de eventos tolerables que no se espera que cambien más allá de lo que habitualmente nos tienen acostumbrados. Y el miedo aparece súbitamente cuando el orden de las cosas parece resquebrajarse ya sea sin previo aviso o porque comienzan a ocurrir situaciones que muestran un resultado en los hechos que no se esperaba.
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Como decíamos, el miedo puede tomar muchas facetas en la vida de un adulto normal y se esconde sutílmente detrás de las actitudes como: la ansiedad, la apatía, la antipatía, el rechazo, el enojo, la prevención, los prejuicios, etc.
Y es tarea de cada uno aprender a conocerlo, ubicarlo y desterrarlo de sus asentamientos porque no es un buen compañero ni consejero y limita en gran medida las acciones y los logros que se deben tomar y obtener para vivir plenamente.
El miedo abarca gran cantidad de experiencias en el mundo mental y emocional de los seres humanos: miedo a las alturas, miedo a lo desconocido, miedo a las personas, miedo a hablar en público, miedo a los hombres, miedo a las mujeres, miedo a los animales, miedo al futuro, miedo a la muerte, miedo a tener una relación sentimental feliz, miedo a establecer un compromiso, miedo a independizarse, miedo a dejar la seguridad de un trabajo, miedo a comenzar un negocio, miedo de viajar o vivir en otro país, miedo a vivir solo(a), miedo de perder un capital económico, miedo a la seguridad personal, miedo a la soledad, etc.
Por supuesto que sentir miedo no es del todo malo y es para el cerebro humano una gran estrategia de supervivencia, pues de no ser así las personas harían locuras habitualmente y sin medir consecuencias en acciones tan simples y lógicas como: cruzar una calle de alto tráfico sin fijarse en los carros que vienen, jugar con fuego, saltar al vacío, comer alimentos sin tener hábitos higiénicos, etc., por lo que terminar con la propia vida y la salud sería algo muy común.
El problema es que muchas veces el cerebro no diferencia entre lo que es potencialmente mortal y aquello que puede ser beneficioso pero con la condición de aceptar un riesgo y pasar una prueba. Y por ello hay que aprender a identificar las razones reales de un comportamiento esquivo, agresivo o prevenido que puede dar al traste con una conquista y un premio esperado.
El miedo también obedece a la incertidumbre de lo desconocido y esta es una de las formas más comunes de alojarlo en la mente y las emociones. Y se debe mayoritariamente a que en la vida real el hombre no tiene una visión ampliada de las circunstancias que le esperan y sólo puede percibir pequeños intervalos de tiempo; por lo tanto el gran conjunto de acontecimientos que pueden ocurrir antes de llegar a un evento determinado o esperado es motivo de profundo temor que abruma la mente de muchas personas.
El hecho es que no se necesita tener control de todas las variables que pueden ocurrir antes de llegar a una meta esperada. Ya que según nuestra capacidad consciente de atender a máximo nueve variables o trozos de información en un momento determinado, resulta imposible hacerlo. Sin embargo está probado por muchos testimonios de personas que han enfrentado grandes retos, que el elemento más importante para correr los riesgos en la vida es tener claro la metas y los sueños cuando son morales, legales y éticas. Y una fe grande en el futuro para tener fuerza en el presente.
Pero quizá el efecto más catastrófico que produce el miedo en las personas es la capacidad que tiene para producir parálisis en la mente y evitar la acción, pues quien lo padece entra en un estado de letargo mental, emocional y físico y pierde la motivación intrínseca para atacar los retos y problemas que se presentan desde cualquier ángulo.
Sin embargo, la acción en sí misma es un gran antídoto del miedo porque lo reduce en gran medida, pues el miedo o temor si no se ataca y destierra, se anida en la mente y las emociones donde echa raíces y crece convirtiéndose en el mayor obstáculo que tiene una persona ante un problema no resuelto.
El miedo también es producido por la presión social y la imitación social en gran medida, pues para muchas personas aventurarse en lo que la mayoría desconoce o no hace resulta en toda una contradicción que los afecta mental y emocionalmente paralizándolos en sus posibilidades de avanzar y crear un futuro nuevo y diferente.
Es importante entender que todo nuevo resultado en la vida viene originalmente de una forma diferente de pensar, sentir y actuar. Y que seguir haciendo lo mismo o seguir los caminos trillados por muchos cuando los resultados no son los que se buscan obtener, es una muy mala opción de cambio de vida, pues el miedo que acompaña este estado de auto conformismo para no hacer algo diferente como dijimos: paraliza, esclaviza, frustra y echa a perder todos los cambios positivos y rumbos que puede tomar la vida.
Los miedos y los temores hay que reconocerlos, atacarlos y erradicarlos porque si no se convierten en complejos personales y monstruos mentales que debilitan y destruyen la autoconfianza y la autoestima generando apatía y depresión.
Otra de las grandes estrategias para limitar el miedo y convertirlo en decisión para lanzarse a la acción está en adelantarse los pasos a una situación y aprovechar las enseñanzas y los errores cometidos por otros. Para esto lo recomendable es mantener una dieta mental adecuada a través de la lectura diaria de libros de Autoayuda y Superación, la inversión en recursos auto descargables que ayuden a romper las barreras impuestas o autoimpuestas y la asociación con personas de éxito o personas extraordinarias que no se conforman simplemente con existir y hacer lo que la gran mayoría hace: comer, dormir, trabajar para sobrevivir, estudiar, descansar y divertirse. Sino que aportan logros significativos con sus ideas, trabajo, frutos y ejemplo para el desarrollo personal y social.
Aunque el miedo es todo un obstáculo cuando se habla de los pasos que llevan al éxito y el desarrollo personal, también es una barrera útil en los casos en donde la intrepidez puede resultar muy cara, como en el caso de atravesar un sector deprimido de la ciudad en la cual se vive a altas horas de la noche y donde abundan los asaltantes.
Entonces como hemos dicho se trata de establecer donde puede resultar útil el miedo y donde en realidad constituye un impedimento serio para avanzar.
A continuación ofrecemos una serie de guías útiles para que apliques en tu vida y destierres el miedo que te ha impedido avanzar y triunfar:
- Define exactamente y por escrito que quieres obtener de la vida en términos personales, laborales y familiares.
- De acuerdo con esto establece una línea de tiempo con estos sueños y define las metas mensuales, semestrales y anuales para lograrlo.
- Haz una lista de tus miedos para lograr esas metas: desde catástrofes naturales, incumplimiento de las personas, un ataque a tu salud, el mal tiempo, la incertidumbre, las malas experiencias del pasado, etc.
- Ahora compara tus metas logradas, es decir el sentimiento de haber alcanzado tus objetivos con tus temores y miedos y decide si realmente vale la pena apostar por tu futuro o darle la razón al miedo y sus desgracias imaginarias y malos augurios.
- Si tus sueños y metas son lo suficientemente grandes e importantes derrotarán cualquier intento de saboteo por parte de tus miedos y temores. Y te mantendrán enfocado(a) trabajando en la obtención de tus logros en lugar de estarlo haciendo en desperdiciar el tiempo y mantenerte paralizado(a) imaginando toda una serie de sucesos catastróficos que nunca ocurrirán.
- Cada vez que te enfrentas a un obstáculo creces en sabiduría y experiencia por más dura que sea una experiencia. Pero enfócate en las lecciones buenas que este incidente dejó en tu vida limitando así el impacto de aquello que no fué agradable.
- Esto permitirá que si una situación similar ocurre en el futuro no reacciones paralizándote, bloqueándote y llenándote de ansiedad ante las nuevas experiencias que vengan a tu vida cuando el desenlace de los hechos pueda ser muy diferente a lo que ocurrió en el pasado.
- Por muy dolorosa que haya sido una experiencia en tu pasado, tienes derecho a ser feliz y a vivir de nuevo las experiencias de la vida con resultados muy diferentes a los que ocurrieron en el pasado. Por ello abre tu mente y tus emociones hacia un cambio de vida positivo y recuerda que el poder de decisión en tu vida le pertenece a tu mente y emociones, no a los hechos que ocurren o han ocurrido.
- Practica el poder de la acción en todas tus metas y empresas. El miedo y el temor se reducen al mínimo cuando entras en actividad y te mantienes en ella.
- Da a tu cerebro una dieta mental adecuada. Los recursos de Autoayuda y Superación, los libros y la asociación con personas exitosas y extraordinarias es vital para trascender una vida monótona, temerosa y carente de significado.
- Practica la oración y la meditación. La comunicación con tu ser creador «Dios» es vital para mantener un sano balance mental y emocional en tu vida, evitar el miedo a lo desconocido y rendirte ante un poder superior que gobierna con perfecta sabiduría aquello que no ves y no puedes manejar o entender.
- Practica una actividad física regular como un excelente tónico para mantener un alto nivel de motivación por la vida y el progreso. No olvides que el ejercicio regular produce efectos orgánicos altamente recomendables para desarrollar y mantener un alto nivel de energía en todas tus actividades.
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