Cuando no se tienen jefes para rendir informes ni horarios que cumplir, el uso del tiempo de trabajo puede tomar uno de dos caminos que definen el éxito o el fracaso en el día a día, ya que es necesario tener un alto nivel de autodisciplina que es la propiedad o cualidad común que posee todo emprendedor en la administración del tiempo.
Para el caso específico que nos compete, si existe falta de compromiso para asumir de manera responsable la administración del tiempo, las horas se fugan de las propias manos como el agua cuando la idea inicial es que toda jornada sea de una u otra forma un espacio laboral y temporal productivo.
¿Te ha ocurido esto alguna vez?, ¿te interesa conocer la manera de poner el tiempo de tu lado y lograr que todos tus días sean de verdad productivos?. Con la información que te voy a compartir tendrás las hermientas para comenzar a mejorar tu rendimiento de hoy en adelante. Estas instrucciones serán para tí un arma para aprovechar el tiempo al máximo que es un recurso principal porque tu ingreso depende básicamente del buen uso del tiempo que hagas. Por tanto el dinero que llega a tu bolsillo está relacionado directamente con el uso que haces día a día de tu tiempo.
1. Maneja de hoy en adelante un registro exacto de lo que haces con tu tiempo:
Esta es la mejor forma de comenzar a dominar el tiempo porque se ve claramente el modo en que lo administras y cuáles son las tareas a las que les estás dedicando la mayor parte del tiempo.
Para registrar tus actividades necesitas tener a mano un lápiz y un cuaderno y comienza a anotar la hora de inicio y terminación de todas las tareas que te propones realizar durante el día.
Este es un ejemplo:
7 am a 8 am: programa de ejercicios.
8 am a 8.30 am: baño diario y vestirse.
8.30 am a 9.15 am: desayuno y leer correos electrónicos.
De esta manera lo debes hacer con todas las tareas del día, cronometrando en tu programación desde que te levantas hasta terminar todas tus actividades del día.
Esto también incluye las acciones de rutina como: leer correos electrónicos, navegar por Internet, atender llamadas programadas, comer, estudiar, descanso, etc.
No te preocupes si notas que este rregistro tiene más de 60 reportes. Hay casos de personas que superan los 100 en un solo día. Y haz esta labor por espacio de una semana.
2. Examina los resultados obtenidos:
Pueda que te sorprenda encontrar que de todo el tiempo que estás activo, solo una pequeña parte está dedicada a trabajar efectivamente. Y el tiempo restante se va en otras ocupaciones que en la mayoría de los casos afectan tu productividad.
Entonces lo primero que necesitas hacer es conocer en qué actividades se pierde el tiempo y tomar consciencia de ello. Y eso lo encontrarás rápidamente observando y analizando estos registros del uso detallado de tu tiempo a intervalos diarios. Ahí se mostrarán los «huecos» por donde se te escapan los resultados productivos en el día a día.
3. Calcula la tasa de tu productividad personal:
El gurú de la productividad Steve Pavlina enseña como calcular de manera sencilla tu propia eficiencia. Por ejemplo si crees trabajar 50 horas por semana cuando en realidad tus anotaciones diarias demuestran que sólo 20 horas han sido dedicadas a la productividad de tu negocio, es calro que tu rendimiento no tiene el valor esperado.
Al llevar entonces el control de la tasa de eficiencia, se puede analizar verdaderamente el progreso y ver los cambios que favorecen y los que no arrojan buenos resultados.
Esta es la fórmula:
Tasa de eficiencia= Tiempo de trabajo real/Tiempo total dedicado al trabajo
Lo que muestra por ejemplo que si te encuentras en la oficina 40 horas por semana y en realidad trabajas 20 tu tasa de eficiencia es 0,5. Ahora bien mientras este valor ascienda y se acerque a 1, mejor productividad tendrás.
4. Entra en acción para aumentar la tasa personal:
Para lograr esto hay que aplicar autodisciplina y motivación. Hay que tener en cuenta lo siguiente: no solo por aumentar el tiempo de trabajo real la eficiencia aumenta, también lo hace si disminuyes el tiempo completo que te encuentras en la oficina trabajando supuestamente. Esto implica suprimir distracciones como messenger, redes sociales, llamadas personales, etc., actividades que no te llevan a lograr cuotas de productividad en el horario laboral.
Hay que tener independencia de razones para emplear el tiempo. Es decir lo que prima en la oficina o en un ambiente de trabajo son las tareas productivas. Así también cando estés en horas de descanso o de inegración familiar lo que debe primar es esa motivación fundamental
¿Que ocurriría por ejemplo si tomas la decisión de pasar menos tiempo dedicado al trabajo pero más bien esa disminución la aumentas en tiempo de trabajo real?. Pruébalo. Digamos que en lugar de trabajar ocho horas en total trabajes cinco pero efectivas y lo que reste de tiempo lo dedicas a otras actividades.
Ahora bien si trabajas efectivamente treinta y cinco horas a la semana y pasas en la oficina cuarenta horas, tu tasa de productividad es de 0,87. Nada mal para empezar y te quedarán cinco horas más para emplear en tu vida personal. ¿Vale la pena no?
Lo que sigue entonces es aumentar las horas que pasas en la oficina manteniendo la tasa de eficiencia en un valor que se acerque cada vez más a uno. De modo que ¿por qué no comienzas hoy mismo a anotar tu registro del tiempo diario?¡te garantizo que en sólo una semana habrá un cambio en la utilización de tu tiempo increíble!
No dejes de contarme sobre los resultados obtenidos en tu administración del tiempo y coméntame tu opinión al final de este artículo.
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