El riesgo se halla implícito en casi toda actividad humana, profesión o vocación y la misma vida diaria supone todo un riesgo que corre nuestro cuerpo y nuestro cerebro para sobrevivir.
El riesgo se define como el conjunto de todas las variables que no se pueden conocer o prever en un evento determinado y para las cuales o bien existe una probabilidad y una estrategia para enfrentarlas y salir airosos, o habrá que enfrentar una pérdida material o personal que enseñe una nueva lección a través de una experiencia desconocida.
Muchas veces el riesgo es tan grande en algunas situaciones de la vida especialmente las inesperadas, que ni siquiera existe una manera determinada de responder a ellas y habrá que confiar en la intuición, la capacidad de abstracción de ideas, la ayuda espiritual y en la experiencia de algún evento similar para reconocer el camino y poder encontrar una solución.
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El riesgo hace parte de todos los eventos que ocurren con los cuerpos físicos en el espacio y no es exclusivo del ser humano, los animales también están expuestos y actúan frente al riesgo para sobrevivir, los vegetales deben enfrentarlo igualmente para adaptarse a los cambios e incluso los cuerpos inanimados como las rocas, piedras, etc., y los cuerpos celestes se ven abocados a riesgos de acuerdo con los eventos que puedan ocurrir y que los afecte en su estabilidad y evolución de acuerdo con las leyes físicas que los gobiernan.
Básicamente existe el riesgo porque pueden ocurrir un número determinado o indeterminado de eventos no conocidos ante una situación universal determinada.
La misma vida implica un riesgo constante pues siempre existe la posibilidad de dañarla, alterarla, perjudicarla y acabarla como lo pueden mostrar los accidentes que ocurren a diario en todo el mundo y aquellos que son deliberados o provocados por quienes no desean la vida que llevan.
Desde un punto de vista de la Superación y Desarrollo Humanos, el riesgo es una increíble oportunidad para crecer y desarrollarse siempre y cuando las acciones que se tomen para ello no dañen a otros o así mismo(a).
El riesgo tiene una enorme influencia para los seres humanos como decíamos en prácticamente todas sus actividades, desde salir a la calle y regresar sano y salvo al hogar, vivir un día más, relacionarse de forma adecuada y exitosa con otras personas, lograr las metas propuestas, etc.
Principalmente el riesgo está implícito en la vida del hombre en lo que tiene que ver con la salud y la conservación de la vida, las relaciones humanas y las actividades personales y profesionales.
Con la salud porque existen los riesgos de contraer enfermedades mortales, incurables y degenerativas por acción u omisión. Por ejemplo una persona sedentaria, que le encantan las harinas, come desordenadamente, trasnocha, ingiere bebidas alcohólicas y fuma, corre el gran riesgo de morir rápidamente y no puede extrañarse de que su esperanza de vida se acorte de forma radical cunado aparezcan aceleradamente en su organismo enfermedades como: el cáncer, la diabetes, la hipertensión, el mal de Alzheimer, la gota, etc.
Con las relaciones humanas porque estas representan un reto y un riesgo cuando se trata de establecer vínculos de trascendencia como: establecer una relación amorosa y mantenerla, formar un hogar, llevar una convivencia armoniosa con la familia, con los vecinos, construir una empresa, asociarse con alguien, etc. Por ejemplo las malas relaciones y sus influencias representan siempre un alto riesgo de fracaso porque corrompen las sanas costumbres y rápidamente llevan a la anarquía y a la destrucción de los valores y principios éticos y morales acabando así con la vida de quien las buscó o aceptó.
En las actividades personales porque el riesgo depende en gran medida de saber manejar las responsabilidades y obligaciones y en las profesionales porque en el desarrollo económico de cualquier actividad laboral el riesgo está en saber administrar muchas variables que afectan el desempeño adecuado de una persona como empleado o independiente.
Como vemos el riesgo está presente de forma muy variada en nuestra vida y no es posible sustraerse a él, antes bien se le debe aprovechar y saber administrar para ganar y/o aprender nuevas formas de hacer las cosas.
Desgraciadamente en muchas personas existe un anhelo de perfección donde no se pueden equivocar y cuando toman la decisión incorrecta en cualquier aspecto de la vida es motivo de profundo dolor, rechazo y cargo de consciencia en lugar de aprender de los errores y avanzar hacia nuevas metas.
Infortunadamente el sistema educativo tradicional enseña a temer los riesgos, los errores, las equivocaciones y los desaciertos y en su lugar buscar siempre la perfección representada en una nota determinada.
En cierta medida buscar un buen desempeño está muy bien para aumentar la competitividad pero llevado al extremo es causa de inmensas frustraciones pues en la vida práctica las cosas no suceden de la misma forma que en las aulas de clases de los colegios y las universidades.
En la vida práctica generalmente viene primero la experiencia que no conocemos y luego la lección, con lo cual muchos quedan desorientados y abatidos ante los cambios inesperados. Y esto puede ocurrir en cualquier aspecto de la vida, desde la pérdida de un ser querido, de un negocio, una acción negativa de alguien que no se esperaba, una demora prolongada en una entrega, una falla personal, el mal tiempo, etc.
Frente al riesgo existen varios comportamientos bien definidos en los seres humanos de acuerdo con la educación recibida, las relaciones sociales que frecuentan y su temperamento frente a la vida.
Las personas agresivas y emprendedoras son menos susceptibles a huir del riesgo y por el contrario generalmente lo buscan y aceptan para desarrollarse como líderes en su campo y aumentar cada vez más su habilidad. Este es el caso de todos los líderes económicos y sociales alrededor del mundo que continúan siempre en su camino de conquistar desafíos y dejar un legado para la posteridad.
Las personas aversas o temerosas al riesgo que huyen de él o lo aceptan de mala gana y pretenden conocer de antemano y dominar todas las variables de una situación para aceptarla y aprovecharla, con lo cual nunca llegan a conquistar o a superar sus propias fronteras aunque se den cuenta que otros lo están haciendo.
Las personas demasiado calmadas o indiferentes que son aquellas que no reconocen la oportunidad en el riesgo y se contentan con tener un desempeño socialmente aceptado y vivir en una inercia personal.
Sin embargo también existe una adicción extrema al riesgo en otras personas que puede ser causa de grandes pérdidas materiales, personales o incluso puede llevarlos a la muerte.
Las personas por ejemplo adictas a los juegos de azar no pueden ver el riesgo que implica perder todo lo que tienen o lo que han ganado en un momento dado, de forma que malgastan o pierden todo lo que tienen económicamente hablando tarde o temprano.
En un plano deportivo muchos atletas arriesgados o personas comunes han perdido la vida por buscar cada vez mayores emociones en los deportes de alto riesgo como: paracaidismo, parapentismo, cometismo, alpinismo, velocidad, jumping, etc.
Los adictos a las drogas y el alcohol son diríamos los más expertos en ignorar los riesgos de hacerse daño y no recuperarse, y pasan casi de forma secuencial o automática buscando mayores emociones, alucinaciones y sensaciones pasando del alcohol a las drogas inhaladas, inyectadas, pastillas, hongos, etc., con lo cual destruyen de forma irreversible sus facultades, su vida y su salud.
Existe otro grupo que aunque calcula bien el riesgo de no perder mucho en un momento determinado, arriesgan demasiado en no poder obtener el premio. Por ejemplo las personas adictas a las loterías que compran un billete barato de forma constante sabiendo que existe una probabilidad entre 20 millones de ganarse el premio y siguen con la ilusión de que uno de estos días todo cambiará gracias a esa actitud.
En el caso de los aspirantes a emprendedores de negocios se presenta un alto riesgo de deserción por la falta de madurez mental y emocional que tienen muchos de ellos ante los retos y oportunidades pues pretenden ganar a la primera y si esto no resulta porque se presentaron fallas y aunque la idea trabaje y se necesite volver a comenzar quedan noqueados y no se vuelven a levantar o no continúan insistiendo.
Como vemos no es fácil sopesar los riesgos y actuar en consecuencia. Esta es una habilidad muy preciada que le puede llevar al hombre buen tiempo en saber interpretar las experiencias y sobre todo en aumentar su Desarrollo Personal.
Las empresas por su parte cuentan con mejores herramientas que las personas para enfrentar los riesgos porque la mayoría conforman equipos interdisciplinarios entrenados y dinámicos que diseñan soluciones para correr riesgos controlados en la búsqueda de nuevas soluciones para su mercado objetivo o para incursionar en otro mercado desconocido, pero aminorando las consecuencias que se puedan presentar al fallar en el intento. Y para esto utilizan recursos eficientes como los estudios de riesgo que involucran simulación de eventos y otras herramientas como estudios de mercado, evaluaciones de satisfacción, etc.
A continuación ofrecemos unas guías concretas para manejar el riesgo y continuar la ruta hacia los objetivos y metas:
- Define claramente lo que quieres obtener de la vida y esto involucra los cuatro aspectos de desarrollo o las cuatro áreas de acción de todo ser humano: espiritual, mental, emocional y física. No hagas esto en la imaginación sino por escrito porque la memoria temporal no es un buen aliado en el largo plazo.
- Toma consciencia de que el riesgo es inherente a la vida misma y a todo el universo y sin él no se puede crecer ni avanzar en ningún aspecto de la existencia.
- Una de las mejores formas de enfrentar y administrar el riesgo está en adelantarse los pasos de lo que pueda suceder en las situaciones de la vida diaria a través de las experiencias ajenas y esto lo encontrarás principalmente al leer y poner en práctica la información de libros o recursos de Educación Práctica en Autoayuda y Superación y Educación Financiera.
- La asociación con personas emprendedoras y exitosas es fundamental a la hora de logra nuevas metas en la vida. Frecuentar la compañía de personas temerosas, desordenadas, indisciplinadas y viciosas es la mejor manera de adoptar un serio riesgo de fracasar en múltiples aspectos. Esto no quiere decir que se les desprecie pues son seres humanos valiosos pero mientras continúen en esa tónica afectan a todo aquel que se les acerque.
- Cultivar la parte espiritual es altamente importante para una vida de éxito y especialmente para administrar los riesgos. La comunicación constante con Dios es vital para correr los riesgos que nuestras metas y acciones nos exigen.
- En lo que tiene que ver con los emprendimientos comerciales y de negocios hay que tener o crear salidas y planes de contingencia si las cosas no salen bien. No es una actitud sensata botar la toalla y rendirse porque las cosas no salieron bien a la primera o segunda vez de intentar un proyecto o un negocio. Busca las fallas que ocurrieron, aprende de ellas y continúa en el camino hacia los objetivos propuestos.
- Es saludable tener una tolerancia al riesgo, diseñar estrategias y actuar cuando nos vemos abocados a él, pero también es perjudicial la adicción y el descontrol buscando cada vez más y mayores riesgos. Por eso si este es tu caso debes buscar ayuda profesional. Recuerda que aumentar los riesgos de forma descontrolada lleva a una pérdida personal o económica que puede ser fatal.
- Para correr riesgos calculados debes tener en cuenta cuatro variables muy importantes: conocimiento, capacidad, habilidad y actitud. Y es importante reforzar con tiempo cada una de estas variables antes de entrar en la acción consistente y persistente hasta llegar a las metas. Pero en caso de que no se pueda por escasez de tiempo debes utilizar las bases que tengas, la intuición y el sentido común mientras fortaleces cada una de estas variables.
Para obtener mejores resultados en la práctica y ampliar los conocimientos expuestos en este artículo sobre las “Las Estrategias para Manejar el Riesgo”, conoce y utiliza el siguiente:
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