La intención se define como el propósito firme y duradero de toda persona que busca realizar una meta determinada.
El poder de la intención es la causa directa de una coordinación de eventos en tiempo y espacio favorables hacia un logro o una meta determinada.
Para la gran mayoría de personas este es un proceso inconsciente al cual no se le presta mayor atención, debido a que como es algo que no se puede cuantificar o medir palpablemente no se entiende y se olvida, aunque se intuye, pues no todo proceso de logro de metas u objetivos acarrea un patrón de desarrollo de acontecimientos similares.
Esto hace necesario desarrollar facultades menos rígidas y más creativas del cerebro, como las que encontramos en el hemisferio derecho que es la parte fundamental de la creatividad, la trascendencia, la intuición y el razonamiento espacial.
El sistema educativo tradicional está enfocado sobre todo en desarrollar una consciencia crítica sobre la vida práctica, con elementos de juicio bastante limitados para comprender el sin fin de impresiones sensibles y eventos que tienen lugar en una porción del universo en un momento determinado, pues en el ser humano su parte consciente apenas puede estar atenta a máximo siete variables o trozos de información a un mismo tiempo como mirar un semáforo, pisar el acelerador de un carro, admirar el horizonte, escuchar el sonido de las bocinas, etc.
Queda claro con este breve análisis que vivir y proyectar el futuro con una mentalidad lógica, parcial y limitada como única herramienta de avance hacia los objetivos y metas es por supuesto una idea carente de fundamento.
Entonces para abarcar una mayor comprensión del sistema de fuerzas y energía implicadas en el desarrollo del poder de la intención debemos desarrollar facultades que tenemos por naturaleza pero que se encuentran dormidas o desapercibidas esperando su uso adecuado y que nos pueden favorecer largamente y efectivamente en el logro de los objetivos propuestos.
Para lograr esto lo primero es hacer unos ejercicios mentales de enfoque práctico de objetivos como los siguientes:
- Definir exactamente qué es lo que se quiere en tiempo y espacio real sin preocuparse de los detalles que muestren de manera lógica como es que se va a lograr aquello que se persigue.
- Visualizar el objetivo o la meta cumplida a manera de contemplación e involucrar el mayor número de sentidos posibles en esa interiorización como: la vista, el tacto, el olfato y el oído, incluso el gusto si estamos hablando de un sabor particular que debe producir esa meta u objetivos anhelados.
- Silenciar la parte consciente de la mente y especialmente al hemisferio izquierdo del cerebro que es tan crítico, lógico y secuencial. Esto se logra dándose permiso mental para observar una escena deseada y esperada sin juzgar la posibilidad de la ocurrencia del evento en un futuro cercano.
Para unas personas es más sencillo visualizar escenas, para otras escuchar sonidos y para otras sentir texturas o contactos con superficies, el gusto y las emociones. Esto se conoce en PNL (Programación Neurolingüística) como el desarrollo del sistema primario, aunque no se descarta y antes ayuda mucho hacer un esfuerzo por complementar ese sentido particular con otros de necesaria aplicación y utilización en la vida diaria.
Esto quiere decir que si eres primordialmente visual debes desarrollar tu sentido auditivo y cinestésico (gusto, tacto y emociones) escuchando los sonidos cuando se ha materializado tu intención y sintiendo las emociones correspondientes, el tacto y el gusto del momento o invertir el orden de los mismos según corresponda a tu inclinación natural.
La idea con estos ejercicios es hacerlos por espacio regular de 21 días, tiempo en el cual se desarrolla en promedio un hábito, mínimo una vez diaria para motivar e incrementar el nivel de creatividad e intencionalidad. Con esto lograrás convertirte en un ser conscientemente dotado del poder de la intención y con esto aumentará significativamente tu creencia y tu fe en los acontecimientos favorables futuros.
Ahora bien una vez desarrollada esta habilidad hay que continuar empleándola en el desarrollo de las metas propuestas, porque una vez se obtiene una meta debe reemplazarse por otra de mayor envergadura con el propósito de crecer y desarrollar nuevas habilidades. por esta razón se habla de que el éxito es ante todo una progresión o un camino, no un destino.
Por otra parte se debe vigilar constantemente el tipo de información que ingresa en nuestra mente, porque la intención se puede usar de manera consciente o inconsciente, voluntaria o involuntaria. Y con esto me refiero a la fuerza que tiene una idea dominante en la mente.
Como sucede a menudo en el día de las personas la información negativa tiende a anidarse o establecerse en la mente con mayor facilidad por la mala información que se recibe comúnmente de los medios de comunicación: TV, radio, prensa y conversaciones con el entorno de personas habitual. A esto hay sumarle el efecto que tiene el desgaste habitual de la vida en la salud y las inclemencias del tiempo, todo lo cual colabora de forma inconsciente para que las personas en su gran mayoría se encuentren más dispuestas a tener como idea fija lo malo que puede ocurrir ,que lo bueno que se debe esperar.
Por estas razones y al igual que el cuerpo necesita nutrirse de alimento adecuado para sobrevivir y fortalecerse, la mente hay que alimentarla constantemente con información nueva y positiva para que produzca ideas de avanzada y dirija nuestro comportamiento en beneficio del logro de objetivos y metas y no como un freno que impide el progreso y la superación.
Es muy cierto el dicho que afirma «no es lo que sucede lo que importa sino como tú reaccionas ante ello».
Para implementar una dieta saludable de información que te acerque a tus sueños, metas y objetivos ten en cuenta estas directrices:
- Lee como mínimo 15 minutos diarios de libros de superación y autoayuda.
- Escucha a líderes exitosos en tu campo profesional o laboral, en conferencias y capacitaciones.
- Asóciate con personas que te van a llevar a donde tu quieres en la vida. Sin menospreciar a otros que no piensen de la misma manera. Simplemente se trata de utilizar mejor el tiempo con aquellas relaciones que tienen un enfoque de vida similar y que juntos forman una sinergia que logra grandes avances de progreso.
- Desarrolla una actividad deportiva regular que te mantenga en forma y con un estado de ánimo optimista para reforzar tu energía todos los días.
- Mantén una relación de amistad y diálogo con tu ser creador e interior.
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